Todos los periodistas intentan irritar a Caetano Veloso (Santo Amaro da Purificação –Bahia–, 1942). Son míticos algunos de sus enfados. Nunca se calla nada, siempre hay carnaza. Lo que pasa es que ahora Caetano esta contento. Se despide siempre en los emails con un "abrazote", y así ha titulado el último disco, Abraçaço, el tercero consecutivo que graba sonando a todo, sonando a joven, y sin que se note. Ha decidido enseñar y aprender con Banda Cê, y los resultados son sorprendentes –le están permitiendo mantenerse en el top cuando otros comienzan el descenso de manera natural–.
El abrazote que lanza en la foto inmortaliza un segundo cualquiera de la noche del 29 de mayo de 2014 en el Teatro Circo Price de Madrid. Le hubiera gustado abrazar uno por uno a todos los asistentes, que le elogiaron y le tiraron flores durante la hora y cuarenta minutos que duró el espectáculo, pero decidió abrazar a todos de golpe.
El concierto deslumbró, fue blanco radiante, como todo lo suyo: el pelo, la camisa, la guitarra. Blanco puro y duro. Habló poco, abrazó mucho, disfrutó todo lo que pudo. Caetano dice que la palabra "abraçaço" le gusta porque suena a "golazo", y eso es una perfecta definición de lo que fue la actuación.
Fotografía: Marian Díaz.
Branco mesmo!!!!!
ResponderEliminarQué fotón!
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